En cada organización hay patrones o sistemas de valores, símbolos, rituales, mitos y prácticas que han evolucionado con el tiempo. Estos valores compartidos determinan, en gran parte, lo que los empleados ven y cómo responden a su mundo, a su cultura.
La cultura de una organización se refiere a:
- La relación de ésta con el medio ambiente.
- Aspectos internos de la organización.
Existen siete características, que al ser combinadas y acopladas, revelan la esencia de la cultura de una organización. Ellas son:
1) Autonomía individual: implica el grado de responsabilidad, independencia y oportunidades para ejercer la iniciativa que las personas tienen en la organización.
2) Estructura: el grado de normas y reglas, así como la cantidad de supervisión directa que se utiliza para vigilar y controlar el comportamiento de los empleados.
3) Apoyo: el grado de ayuda y afabilidad que muestran los superiores a sus subordinados.
4) Identidad: el grado en que los miembros se identifican con la organización en su conjunto y no con su grupo o ámbito de trabajo particular.
5) Desempeño-Premio: el grado en que la distribución de premios dentro de una organización se basa en criterios relativos al desempeño.
6) Tolerancia al conflicto: el grado de conflicto presente en las relaciones de compañeros y grupos de trabajo, así como el deseo de ser honesto y franco ante las diferencias.
7) Tolerancia al riesgo: el grado en que se alienta al empleado para que sea agresivo, innovador y corra riesgos.
Las características anteriores existen en un continuo que va desde lo alto a lo bajo. Así, al evaluar la organización a partir de estas siete características, se obtiene un panorama completo de ella.